Para Enrique, mi compañero de viaje...

Sobre un vidrio mojado he escrito hoy tu nombre bajo el cielo de la calle del olvido, que todos los días llora por ti desde que te fuiste...
Tu voz suena a diario, vuela tu recuerdo llegando a los corazones de todos los que te mantenemos vivo aqui.
Tus canciones nostálgicas, tu voz dulce, tu mirada triste...todo lo que dejaste con tu buen corazón, todo lo que diste aquí jamás se borrará.
Nadie transmitirá jamás lo que tú transmitias al cantar.
Todavía sueño con verte andar por las calles de Madrid...
Te resucito escuchando una y otra vez tus mágicas poesias convertidas en canciones, que al mismo tiempo resucitan mi alma y me ayudan a caminar de la mano de mi amiga mala suerte por el bulevar de los sueños rotos.
Cada minuto que me acompañas con tu voz siento que sigues aqui, con ese brillo de niño en los ojos, que siempre iluminará mi camino...
Mi compañero de viaje, soñaré contigo en otra vida, en otro mundo...pero a tu lado.